Orientación vocacional sin estrés

Papá, mamá…
¿Tu hijo esquiva hablar del futuro como si fuera una película de terror?
¿Cada vez que mencionas “qué vas a estudiar” se transforma en una estatua de piedra?

Es lo más normal del mundo. Muchas veces, no es que no quiera, es que siente que lo estás persiguiendo con un megáfono en vez de acompañarlo con una linterna. Andrew Huberman nos cuenta que cuando el estrés o la ansiedad hacen fiesta en nuestra cabeza, el cerebro activa el modo amenaza.

¿El resultado?
❌ Se queda sin gasolina para decidir.
❌ Se bloquea como el metro
❌ Se apaga como un televisor viejo.

🎷 ¿Recuerdas Soul?

Joe Gardner estaba tan obcecado con su “propósito” que se olvidó de disfrutar el viaje.
Y la pequeña 22… no quería nada, porque todo le parecía como una montaña de presión y expectativas. Hasta que alguien simplemente la escuchó, y ahí comenzó a abrirse.

💡 ¿Qué puedes hacer tú como mamá o papá?

• Quita la palabra “deberías” de tu repertorio.

• Sustitúyela por: “¿te gustaría explorar…?”

• No conviertas cada charla en un interrogatorio.

• Escucha sin interrumpir.

• No todo se tiene que decidir ahora mismo. Mejor acompaña el proceso.

✅ Conclusión estilo Soul:

A veces, tu hijo no necesita respuestas.
Solo necesita espacio, confianza y un oído que no lo juzgue.

Y aunque no lo creas, cuando lo escuchas sin presión…
le das alas para empezar a buscar lo que realmente hace vibrar su alma.

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