Pon el alma en lo que haces

El miedo, la ira y la culpa son tres emociones muy poderosas que pueden convertirse en los destructores de cualquier vida por muy virtuosa y feliz que parezca y ni que decir de la vida financiera.

Aprender a manejar cada una de ellas y en su conjunto puede marcar una gran diferencia, una vida antes y después con resultados asombros y diametralmente opuestos.

La inteligencia emocional nos permite generar primeramente una consciencia de nuestra percepción de la realidad ya sea interna o externa, aquellos pensamientos, emociones, creencias, estados de ánimo y actitudes con los que nos adaptamos; además nos permite superar los límites que nos hemos impuesto ya sea por herencia, aprendizaje y aceptación propia, que nos retrasan, limitan e impiden alcanzar nuestras metas.

En el manejo financiero el miedo nos puede limitar al momento de tomar decisiones que afecte nuestro porvenir económico, al mismo tiempo nos puede ayudar a alejarnos de estafas y fraudes que comúnmente laceran los ahorros y el presupuesto de las familias.

La ira puede llevarnos a tener arrebatos que nos hagan perder oportunidades futuras y llevarnos directamente a riesgos mayores e innecesarios con gastos adicionales por otro lado pueden ayudarnos a identificar nuestros límites y carencias y hacerles frente tomando decisiones que pueden beneficiarnos enormemente.

La culpase genera al momento de ser conscientes de algún daño o transgresión a normas establecidas incluso por nosotros mismos. La culpa tóxica mantendrá un estado de pasividad para tomar decisiones, ya que quebrantará la seguridad incrementando cualquier clase de dudas haciendo que las personas sigan sintiendo dolor y recordando las consecuencias indeseadas y proyectándolas a cada decisión futura. En términos financieros causa incertidumbre, pérdida de oportunidades por sobre análisis o dolor de experiencias previas. De manera ecológica la culpa nos puede enseñar a tomar mejores decisiones ya que genera un aprendizaje profundo y un cambio de mentalidad ya que evitará repetir los resultados dolorosos de experiencias previas.

Estas tres emociones nos limitarán en cualquier sentido o serán grandes herramientas para mejorar los resultados.

¿El pobre es pobre porque quiere? Quizá no se ha dado cuenta del gran potencial que nuestras emociones , pensamientos y creencias atan o desatan en nuestra alma.

Lo más importante es lo que tu creas.

Saludos y arriésgate bien.